viernes, abril 23, 2010

Las 10 Mejores Películas de Zombis

Saludos, terrícolas. Yo soy Victor C. Drax y puede que me recuerden de otros artículos como “Oh No, Es Otra Historia Irrelevante” y “Técnicas Amorosas Con Pinzas Y Sopletes.” También, es posible que me conozcan de la serie satírica que redacto en este blog, Yo Fui Un Zombi Adolescente. Como parte de un arreglo judicial para evitar tiempo en prisión, he accedido a redactar este artículo ilustrativo para ustedes, porque los quiero (y porque no estoy preparado para ser la esposa de nadie). En este episodio, y como antesala al estreno de la serie The Walking Dead en octubre de este año, presento a Las 10 Mejores Películas de Zombis. Y empezamos con el número…


10.- White Zombie (Victor Halperin; 1932).


¿Qué mejor manera de inaugurar el conteo que con la primera película de muertos vivientes que se realizó? Esta película definiría lo que sería la temática de los zombis durante décadas: un hechicero malévolo (denominado “bokor” en la jerga del vudú haitiano), un hatajo de infelices que sirven de zombis y un grupito de inocentes que quieren corregir una gran injusticia. Esta película de los hermanos Halperin reúne todo eso. Los zombis no son realmente los villanos del film, sino son víctimas del hechicero vudú, que está interpretado por un Bela Lugosi en pleno apogeo. No fue un fenómeno en su época y la trama no es virtuosismo argumental, pero hey, dos cosas: 1) puedes verla gratis en YouTube y 2) Es interesante, al menos desde una perspectiva histórica. Además, es difícil rechazar a un film donde Bela Lugosi es llamado “Murder Legendre.


9.- Zombieland (Ruben Fleischer; 2009).


Originalmente ideada como una serie televisiva, esta road movie nos echa el cuento de cuatro personajes y su viaje por una tierra consumida por los muertos vivientes. El apocalipsis ya sucedió y no hay objeto en contar cómo ni por qué. Más importante que eso es el cuento de por qué Tallahassee extraña a su cachorrito, por qué Wichita y Little Rock quieren llegar a un parque de diversiones y por qué Columbus ama estar con ellos. Una historia que no cuenta nada nuevo, pero que lo hace con un estilo que ya muchos envidiarían, resultando en una originalidad que tú no puedes despreciar. Si no pasas un buen rato viendo Zombieland, tienes un problema mental, ve al doctor. Ah, Woody Harrelson rockea demasiado heavy en esta película.


8.- 28 Days Later (Danny Boyle; 2002).


“Si vas a robarle ideas a alguien, róbaselas al mejor.” Así decía Danny Boyle (de la fama de Trainspotting y Slumdog Millionaire) sobre la similitud de su historia con los dramas post-apocalípticos de George Romero (si no sabes quién es Romero, sírvete de cerrar este documento, por favor). 28 Days Later narra la historia de Jim (Cillian Murphy), un delivery boy inglés, y su despertar en una Inglaterra consumida por el caos. Un virus súpercontagioso, denominado “ira”, se ha regado por las islas británicas, desolándolas y poblándolas con dementes salvajes que sólo aspiran con matar a todo lo que respire. Habiéndose reunido con otros sobrevivientes, inicia un viaje a una potencial salvación y sólo le espera el drama humano que descansa en el corazón de toda buena película de zombis. No estamos hablando de muertos vivientes propiamente dichos, pero vamos. Sabes que viste a los “infectados” y dijiste “¡a la mierda, ahora los zombis corren!” Esta es mucho mejor que la olvidable secuela.


7.- I Walked With A Zombie (Jaques Tourneur; 1943).


El primer medio en el que los zombis hicieron aparición fue en el estudio de William Seabrook sobre el vudú en Haití, The Magic Island. Según el señor Seabrook, lo peor de los muertos vivientes con los que se encontró eran “los ojos. No era mi imaginación. En verdad eran como los ojos de un hombre muerto, no ciegos, sino mirando sin enfocarse, sin ver. Toda la cara, haciendo justicia, era terrible. Era vacía, como si no existiese nada por dentro. Es que parecía inexpresiva, es que parecía incapaz expresión.” Con esta premisa, impulsada por el legendario productor Val Lewton y bajo la dirección del gran Jacques Tourneur, tenemos esta pieza de poesía visual. Una historia de amor con la elegante construcción sublime y psicológica de una sinfonía cuyo último acto es una cacofonía de pesadillas. Tal como hizo este dúo en Cat People, es lo que no ves aquello que más te aterra.

Ya no se hacen películas así, broder.


6.- Re-Animator (Stuart Gordon; 1985).


Ajústate ese cinturón. Esto se va a poner feo.


Por mucho tiempo se creyó que las historias de H. P. Lovecraft eran in-filmables. Eran barrocas y góticas, muchas de ellas oníricas y más valía que el que tuviera la ocurrencia de filmarlas se preparara para fracasar. Todos los fans fatales tenemos que agradecerle al productor español Brian Yuzna por no hacerle caso a esa regla e invertir en un film que es, al mismo tiempo, inteligente, asqueroso, ofensivo y cómico. Partiendo del cuento “Herbert West, Reanimador” del hombre de Providence, conocemos a (duh) Herbert West, un doctor empeñado con reanimar a los muertos. Porque esa es una idea que nunca sale bien, va ocasionando desastres hasta la muerte su principal competidor académico… al que resucita, convirtiéndolo en una cabeza en una bandeja con un cuerpo independiente. Los últimos 20 minutos de esta película son un festival de gore, incluyendo la prueba de que nunca estás demasiado muerto para un poquito de amor, si sabes a lo que me refiero. “Procuré usar la línea de Lovecraft de ‘creo que el cuerpo no estaba muy fresco’ porque creo que el sentido original de la frase es humorístico” decía Gordon. Compartimos un humor bien raro por aquí, ¿no?


5.- Braindead (Peter Jackson; 1992).


Mucho antes de las aventuras épicas con elfos y magos, Peter Jackson estaba haciendo la que algunos llaman “la película más sangrienta de la historia.” Una obra maestra con iguales dosis de humor, terror, tripas y shock. “Es una historia de amor podrida” señala Jackson. “Una metáfora social para un tema universal: un tipo que vive con su dominante madre y el choque que causa la aparición de otra mujer en sus vidas.” La historia es así: un arqueólogo (el propio Peter) se aventura a buscar la sagrada rata-mono sumeria para el zoológico de Nueva Zelanda. Pues resulta que este extraño animalito es el transmisor de una enfermedad que convierte en muerto viviente a todo el que muerde, cosa que nadie avisó a Vera Cosgrove, que resulta mordida mientras perseguía a su hijo Lionel a un encuentro con una novia clandestina. Lo lógico ocurre, Vera se pasa pal’ lado de los apestosos y la mejor idea de Lionel es encerrarla y aquí no ha pasado nada. Pero conforme ocurren accidentes y cada vez son más los infectados encerrados, se prepara el último acto del film, un inolvidable festival de vísceras. No voy ni a tratar de describir las cosas que vas a ver aquí. Sólo te digo: ponte un impermeable para que no te salpique la sangre y prepárate para una de las propuestas más originales del cine de terror.


4.- Shaun Of The Dead (Edgar Wright; 2004).


Así es que se hace un tributo, carajo.


Los señores Edgar Wright y Simon Pegg (que harían de zombis en Land of The Dead, del Maestro Romero) vieron todas y cada una de las películas de zombis que hay que ver en la vida, las amaron y se les nota. Shaun es pobre infeliz. Su novia ha terminado con él, su madre vive con un sangrón (Penelope Wilton y Bill Nighy, un matrimonio hecho en el cielo), su trabajo es una piña debajo del brazo y el único que lo apoya es Ed, un vago que se dedica a jugar videojuegos, beber cerveza y luchar por no ser productivo. Pues nuestro héroe no va a soportarlo más y se ha decidido a mejorar su vida… lamentablemente el día que ha elegido para empezar otra vez es el día del apocalipsis zombi. ¿Un buen momento para postergar las cosas, dices? ¡Pues no! Así nos queda servida la lucha de este héroe improbable, con un guión estupendo, detallitos de los que te das cuenta si eres fan fiel y un balance del carajo entre humor y drama. La mejor película de zombis en mucho tiempo. Hazte un favor y vela. Te lo vas a agradecer.


3.- The Evil Dead (Sam Raimi; 1982).


“Esta es la película más original que he visto en mi vida” dijo Stephen King cuando esta cinta fue exhibida en el festival de Cannes. Unos que no estaban tan felices fueron los críticos, que se apresuraron en desprestigiar y bailar sobre las ruinas de la película, denominándola “dañina para la juventud.” No sé tú, pero cualquier cosa que sea catalogada de “dañina” por unos carajos que no han tenido sexo en 40 años es algo que yo necesito ver. Por supuesto, el autor de Maine estaba en lo correcto y los críticos en un error y la entrada de Sam Raimi y Bruce Campbell (if chins could kill, Bruce) al cine es, sencillamente, espectacular. Es difícil describir lo que uno siente al ver The Evil Dead. Es claustrofóbica, macabra y destila sentido del humor. Inspirándose en los actos de Los Tres Chiflados, Raimi apuntó al disparate y toda clase de herramientas es usada con efectos bastante gráficos (y, hey, hasta los árboles necesitan un besito a veces; yo sé a qué me refiero), en este asalto de muertos vivientes satánicos a un grupo de jóvenes encerrados en una cabaña. Debutando así el héroe del horror, volveríamos a ver a Ash (Campbell) en Evil Dead 2: Dead By Dawn (no realmente una secuela sino un remake con más presupuesto que la original) y en Army of Darkness, configurándose una trilogía de lujo. Si necesitas más aliciente para ver las tres películas (en especial la primera), ve este clip. Amo a Evil Dead, maldita sea.


2.- Dawn Of The Dead (George A. Romero; 1978).


Ya decía Quentin Tarantino, “La ‘A’ de George debería significar ‘A fucking genius.’”


Dicen que las secuelas nunca son buenas y quien dijo eso nunca vio Dawn Of The Dead. A diez años de distancia con su antecesora (Night Of The Living Dead, hijo), esta, la llamada “Lo Que El Viento Se Llevó del cine de terror,” es un análisis no sólo de nuestra sociedad, sino de los que nos hace humanos; dos horas y pico de una auténtica épica de horror.

Sin pisar terreno conocido, Romero lleva su plaga zombi un paso más allá en este nuevo capítulo, demostrándonos lo que pasa cuando la civilización trastabilla y colapsa. Cuatro desconocidos se unen con una meta en común: sobrevivir. Tras comprobar lo peligroso de un mundo en el que la ley ha dejado de existir, toman refugio en un amplio centro comercial mientras el mundo más allá de esas paredes se pudre y muere. Lo que comienza como una búsqueda de supervivencia termina en afán de saqueo: los cuatro personajes limpian al centro comercial de cadáveres andantes y se entregan a los lujos irrelevantes, subrayado cuando Fran, la única mujer de la banda, observa que “este lugar es una prisión. ¿Qué nos hemos hecho encerrándonos aquí?” Romero no escatima a la hora de mostrarnos quiénes somos: los zombis del mall vagan de acá para allá, con las miradas muertas frente a las vitrinas, dándonos un mensaje de la película: cuando una sociedad sustituye a otra (en este caso, una de muertos por una de vivos), las cosas realmente no cambian. Al surgir otra banda de sobrevivientes, que considera valiosa la mercancía del mall, empieza una lucha por el dominio del templo del consumismo, sin que ninguna de las partes involucradas se dé cuenta de que esos relojes de oro no tienen valor sin una sociedad que se lo asigne. Enmarcando todo esto con montañas de gore (cuentan que cuando la película se estrenó, había gente saliendo del cine a vomitar), cuando alguien te diga que el cine de terror es sangre sin argumento, muéstrale Dawn Of The Dead. Pa’ que sea serio.


1.- Night Of The Living Dead (George A. Romero; 1968).


Tú sabías que esto iba a terminar aquí. Anda a buscar un juguito, porque me voy a extender.

“La verdad es que yo no tenía un nombre para el monstruo que había creado. Los llamaba ‘ghouls’ en el guión, pero no se me ocurrió la palabra ‘zombi’ para describirlos. No fue sino hasta que la gente empezó a decirles así que me dije ‘bueno… supongo que eso es lo que son, zombis” dice Romero.

Para que te hagas una idea del impacto cultural de esta película, cada vez que alguien dice “¡mira, marico, soy un zombi!” y empieza a caminar atontado y finge que se come a otro ser humano, está imitando a una criatura que inventó un gordito director de Pittsburgh sin mucha experiencia profesional. Durante sesenta años, las escenas más crudas del cine sucedían fuera de la cámara, como sombras en la pared, tú nunca veías la sangre, las heridas, el producto de la violencia. La película de zombis era un género inexistente y aquellas que lidiaban con el tema, trataban de leyendas del vudú. Entra Night Of The Living Dead, una oscura y violenta película independiente y todo cambió. Teníamos frente a nosotros a criaturas salidas de la tumba comiendo brazos y piernas humanas, extrayendo los intestinos de sus víctimas, una niña zombi matando a sus padres y un hombre negro haciéndose cargo de la situación, gritándole a un blanco, en una época en la que los negros empezaban a luchar por su igualdad en la sociedad americana. El famoso crítico de cine, Roger Ebert, recuerda cómo había entrado a la sala de cine para perder un rato el tiempo entre jovencitos escandalosos y, veinte minutos más tarde, la sala estaba en completo silencio, con los sollozos de los más pequeños bastante audibles. La Noche De Los Muertos Vivientes es un estudio frío de lo que pasa en un microcosmos cuando nos dejamos dominar por el pánico, con una plaga de homicidios inexplicables esparciéndose por el mundo. Aunque en un principio los asaltantes parecen personas normales (un tanto descoordinados, eso sí), conforme un grupo de sobrevivientes toma refugio en una granja y cae la noche, vemos la aparición de personas que no pueden seguir con vida. Y entonces la radio reporta lo imposible:

No intente reunirse con sus amigos o familiares, no intente acudir a los refugios civiles identificados en previos reportes pues ya no siguen operativos. Confirmando los rumores que corrían desde tempranas horas de la tarde, se ha comprobado que los cuerpos de todas las personas recién fallecidas están resucitando por motivos aún desconocidos. Estos cuerpos atacarán a todo animal de sangre caliente sin provocación y deben ser considerados extremadamente peligrosos, en especial cuando se les encuentra en grandes números. Está confirmado, repetimos, confirmado que estos seres están consumiendo la carne de las personas que matan.”

Gracias a que la película es en parte narrativa y en parte documental, cuando yo presencié esta cinta (tendría yo unos diez u once años) por primera vez, te puedo decir que parecía muy real lo que estaba pasando tras la pantalla. Mucha gente recuerda dónde estuvo cuando supo que Michael Jackson había muerto, o durante los ataques del once de septiembre. Los fanáticos del terror sabemos dónde estuvimos la primera vez que vimos Night Of The Living Dead, una película que, a título personal, me traumatizó por años. Y la amo por eso.


Menciones Honoríficas:

- Day Of The Dead (George A. Romero; 1985): Llamada “la película de zombis para el filósofo,” una favorita personal, con una introducción brillante.

- Zombi 2 (Lucio Fulci; 1979): Una secuela no-oficial de Dawn of The Dead (titulada “Zombi” en Italia), el inicio de la leyenda de Lucio Fulci.

- Dawn Of The Dead (Zack Snyder; 2004): Un remake que no guarda muchas semejanzas con el film original, pero que fue hecho con ganas.

- Dellamorte Dellamore (Michele Soavi; 1994): No sé ni por dónde empezar con esta. Vela. Si esta película es una cosa, es versátil.

- Night Of The Living Dead (Tom Savini; 1990): Excelente actualización y complemento del clásico. Los zombis más realistas ever.

- Pet Sematary (Mary Lambert; 1989): Adaptación de la novela de Stephen King. Macabra y escalofriante, como el propio libro.

- Return Of The Living Dead (Dan O’Bannon; 1985): ¿Alguna vez te preguntaste de dónde salió eso de que los zombis comen sesos? Bueno.


Esto Es De Lo Peor:

- House Of The Dead (Uwe Boll; 2003): Ojalá te mueras, maldito, maldito alemán estúpido, te odio y odio a tu mamá. La película se llama “La Casa de los Muertos” y no sale una casa por ningún lado. Hay películas que son tan malas que son buenas (esto te lo dice un carajo que se tripeó The Grudge 2). Esta no es una de ellas.

- Resident Evil: Apocalypse (Alexander Witt; 2004): Yo tengo una pregunta: ¿por qué tú haces una película de un videojuego y no sigues la trama del juego? Si yo quisiera ver tu vaina original, pago para verla, pero no me la vendas con otro nombre. Las películas de Resident Evil son una gran fanfiction de Paul Anderson (a ti también te odio, maldito), pero esta es, por mucho, la peor.


THE DEAD WALK:


3 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente post!...aunque me pese admitirlo, yo era (hace ya mucho tiempo atrás), de esas personas que a pesar de declararse “fan del terror”, tenia ciertas reservas a las películas de zombies, no sabría como explicar el por qué de esto, solo sé que era así, hasta que un día invité a mi hermano menor a ver un programa de TV de lo mas X conmigo, y su respuesta fue “Si hay zombies, ¡cuenta conmigo!”.. su respuesta me dejó un poco perpleja y no me quedó de otra que indagar un poco en esta recién-descubierta fascinación de mi hermano, quien con mucha paciencia, me introdujo a este género antes inexplorado por mi, abriéndome la mente a un mundo de posibilidades….La lección de vida adquirida: Nunca subestimes el poder de una mente brillante, satírica y atrevida, equipada con galones de sangre de utilería, bajo presupuestos y grandes ideales. La segunda lección de vida, inversamente proporcional a la anterior, sería entonces, nunca sobreestimes el poder de un presupuesto exorbitante y efectos 3D, ya que igual pueden enmascarar ideas mediocres y tramas estupidas…y la conclusión final, el mejor aprendizaje que obtuve y que puedo compartir de esta experiencia es: Open your mind, you might be surprised :) …

Victor C. Drax dijo...

Yo siempre he sido cegado con las películas de zombis. La primera que vi fue El Retorno de los Muertos Vivientes parte II y, si la has visto, sabes que es tan mala que es buena. La vacilé demasiado y cuando vi un película titulada "La Noche de los Muertos Vivientes" dije "nada, esta no me la pierdo ni de broma." Fue horrible, no pude dormir como por tres meses. Ese fue el principio de mi dedicación seria al horror como género.

Anónimo dijo...

Falto Fido, Doghouse entre otras.......