sábado, junio 18, 2011

FanFic Slayers HASTA EL FINAL



Espero que os guste, me he esforzado mucho muchísimo ^^ Este personaje es Zolf, el guaperas canalla XD Al principio no me gustaba mucho pero ahora le estoy empezando a coger mucho cariño...


NOTA DEL AUTOR (O AUTORA XD):

Mi mente es un sinfín de ideas e imaginaciones XD Ya llevo tres o cuatro FanFics largos de Slayers y no parece que me vaya a cansar XD Perdonadme si os resulto un pelín cansina. Prometo variar la tematica, vamos un día uno de Joker y otro día otro propio y otro día de Slayers ^^ Pero como el dibujo es un Fan Art de Slayers, hoy de Slayers toca :P Este en relación con mi FanFic interminable Eterno Poder XD


Zolf era consciente de que jamás sería un hechicero como los demás sin embargo le molestaba muchísimo que la gente se lo mencionase. Encontrarse con Zelgadiss fue algo que le lleno de gran gozo pero que La Dra Mata o La engreida Serpiente blanca gritasen a los cuatro vientos que eran mil veces mejores que él le producían unas ganas irresistibles de acallarles la boca a base de puñetazos. Por fortuna Zelgadiss no solía anda muy cerca de esas dos. En realidad Zelgadiss no solía estar muy cerca de ninguno de sus nuevos amigos. Zolf suponía que era debido a que tampoco se sentía del todo comodo, demasiado tiempo trabajando si mismo.

-¿Qué hace aquí tán solito? Mi señor Zelgadiss. -Preguntó al encontrarselo al alejarse de la hoguera y el animado grupo de encabezado por Lina Inverse.

-¿Solito? Zolf deja de tratarme como a un crío... Con esa pandilla de agitadores no se puede pegar ojo, por eso estoy aqui. -Le dijó Zelgadiss mostrandose ligeramente molesto al escuchar el tono con el que su compañero y amigo le había formulado la pregunta.

-Jeje veo que no soy el único que no puede aguantar mucho tiempo al lado de esa pandilla. -Dejó caer Zolf acariciandose el bigote izquierdo dejandole entrever una sonrisita de satisfacción. -Creo que voy a quedarme aquí un rato. ¿Puedo? -Añadiría recostandose sobre el rebusto arbol en que Zelgadiss se había sentado. Zelgadiss le indicó que no le importaba negando con la cabeza.

-Adelante. -

Por otro lado, rodeado de risas y estupideces a todo volumen Rodimus disfrutaba del calor del fuego escuchando entretenido las vivencias que Lina y Naga trataban de narrarle. Dilgear en cambio mantenía una charlita con Xelloss, demonio de mucho cuidado. Acabada insatisfactoriamente esa charla debido a la repentina huida del travieso demonio, Dilgear regresó con Zolf y Zelgadiss. Su deber era permanecer cerca de Zelgadiss y para el disciplinado Dilgear eso era lo único que importaba. De todos modos, sus modales y su aspecto se habían endurecido, no sería un buen compañero de fogata. Zolf y Dilgear charlaron un rato.

-¿Crees que nuestro Señor Zelgadiss encontrará la cura para volver a ser humano? -

-Puede que si, puede que no. -Respondió el hombre-bestia mostrando indiferencia.

-Hay hechizos que pueden ser anulados... Quizás... -Intentó exponer Zolf pero Dilgear le interrumpió con crudeza:

-Cierto pero lo que Zelgadiss ha esperimentado no es obra de un hechizo de esos. Tendrá que aprender a convivir con esa apariencia. -

-Es verdad. -Concluyó Zolf posando sus ojos sobre Zelgadiss, el cúal dormía tranquilamente con la capucha todavía sobre su cabeza tapando gran parte de su rostro. Zolf a veces se sentía un poco bastante padre con él ya que Zelgadiss era realmente joven cuando fue convertido en quimera pero dado el radical cambio que sufrió éste, Zolf para no enojarle trataría de tratarle más como a un socio, un socio joven. La noche trascurrió tranquila. Todos dormieron como bien pudieron arropados por sus capas en el terrajoso suelo del bosque. A primera hora de la mañana, antes de que Lina o los otros se levantasen y retomasen la aventura. Zelgadiss, bien despierto, proponía a sus tres hombres, dos de ellos, muy amigos suyos también, que no continuasen la aventura que él se veía obligado a seguir.

-Sé que vuestro deber es acompañarme y guiarme y todo eso pero me gustaría que no me acompañaseis más. Esto no tiene nada que ver con vosotros, yo en cuanto encuentre la ocasión indicada, retomaré mi propia busqueda y me gustaría teneros a mi lado. -

Las palabras de Zelgadiss fueron conmovedoras. Rodimus, emocionado dió una fuerte palmada al joven hombre quimera y exclamó:

-¡Qué hermosas palabras! Pero no podríamos dejarte con esa pandilla de locos, si vas a ir con ellos, nosotros también. -

-Lo mismo digo. -Añadió Zolf con gesto decidido.

-Supongo que tu también vendrás, ¿verdad Dilgear? -Preguntó Zelgadiss al hombre-bestía, obteniendo de él esta respuesta:

-Eso depende de lo que tú realmente quieras. Si estás plenamente seguro que quieres que me quede, así lo hare. -

Zelgadiss sonrió, poseía unos compañeros cuya fidelidad no tenía precio. Llevandose una mano a la frente, acabó por aceptar su acompañamiento. Zolf había mejorado enormemente con la magía y Rodimus, aunque algo más mayor, seguía siendo genial con la espada y su lombarda. Zolf aguantaría las tonterias que fueran necesarias con tál de seguir con Zelgadiss, su amigo y el señor al que consideraba que debía servir.

viernes, junio 17, 2011

FanFic Slayers CONEXIONES

Trás un duro día de completa dedicación a los estudios, sentí que necesitaba relajarme un poco. Probablemente esa no fuese la manera más adecuada pero la primera vez que la experimenté me pareció la más eficaz. Las consecuencias serían a la larga nefastas para mi higado pero como me convencía a mí mismo de que si lo experimentaba muy de cuando en cuando el daño no sería tán dramatico solía valerme del "Hada Verde" más de lo que mi moralidad me permitía. Una bebida muy difícil de encontrar por la ciudad ya que los religiosos y las autoridades prohibían su elaboración y destribución. Claro que algunos hombres de portentoso saber y gran astucia la elaboraban y servían en secreto. Los osados a menudo la mezclaban con unas gotas de veneno, los demás con algo menos nocivo y más agradable al paladar, leche. Yo al principio la tomaba con leche, creyendo así suavizar su amarguísimo sabor hasta que fui tentado por un compañero a tomarla mezclada con veneno. Sintiendome siempre mareado y alejado de la realidad, me recuesto sobre el primer sofá o sillón que encuentro y dejó que esta mortifera y fascinante hada me haga suyo, regalandome intensas e inauditas visiones de una vida que no puede ser más diferente a la que realmente vivo...

Oscuridad, todo lo que me rodea es oscuridad sin embargo puedo sentir los rayos del sol sobre mi rostro, tán calidos como molestos. He de figurarme que un día más a comenzado y las voces que con tanta claridad escucho aún estando tán lejos de mi dormitorio son un buen ejemplo de ello. Me desperezó con rapidez ya que una extraña sensación se apodera de mí, similar a un presentimiento. Hay algo que anhelo con tanta desesperación que no puedo pensar en otra cosa, ese objeto me tiene totalmente absorbido. Recorro las amplias estancias, a lo largo del recorrido diferentes voces me saludan con un respecto escalofriante.

-Buenos días, Maestro Rezo. -

Las voces parecían provenir de varones de muy distinta edad pero también había alguna que otra femenina. Lo cúal era agradable de saber. Llegando a la puerta de entrada, una de las voces. Masculina, energica y muy jovial me hizo detenerme.

-Maestro Rezo, ¿abandona el laboratorio tán temprano? -

-Así es. Tengo cosas muy importantes que realizar fuera de aquí. -Le respondo sin dejar que perciba mi crispación. Deseo llegar lo antes posible al lugar al que me dirijo pero no puedo mostrarme descortés ante uno de mis pupilos. Son tán colaboradores.

-Oh tiene razón. ¿Podría acompañarle? Quizás le venga bien mi compañia. -Se ofrece con una disposición difícil de creer viniendo de un joven. Sus palabras me producen un gran gozo pero no puedo permitirme ese lujo, esa mañana no. Posando una mano sobre su hombro, con una sonrisa, agradecido le respondo:

-Te lo agradezco con toda mi alma pero me serías de mayor utilidad quedandote aquí. -

Y salgo del edificio dejando como eco de mi presencia un tenue y repetitivo sonido. Ese joven cierra la entrada y regresa a sus tareas como sus demás compañeros. Ser interrumpido por unos bandidos no plantea ningún problema. Si las palabras no les calman, unas abrasadoras bolas de fuego lo haran. Oigo sus gritos de terror mientras corren por la estepa dejando sus armas atrás. Despúes de comprobar la calidad de cada arma, decido llevar conmigo la más cuidada.

"No debo de ser excesivamente duro con ellos. Es el hambre lo que a muchos de ellos les impulsa a robar..."

Tras una larga caminata con la poca distracción que una hilera de pensamientos sólo puede ofrecerme acabo por llegar al lugar que me proponía. Consciente del sagrado suelo que estoy pisando antes de avanzar me inclino realizando una reverencia. Los guardianes del templo no dicen palabra, simplemente observan a la muchedumbre y a los sacerdotes orar.

"Jamás pensé que un individuo como él fuese a citarme aquí "

-Ojala pudieses apreciar la belleza con la que son construidos los templos. -Escucho detrás mio.

-Puede que ahora no pueda pero recuerda, algún día seré capaz. -Le replico sin alzar demasiado la voz ya que nos encontramos dentro de un templo. Los lugares más sagrados que existen. Antes de salir vuelvo a arrodillarme repitiendo la reverencia ante los dos atentos guardianes. Varios pasos lejos del templo, podemos hablar con calma del asunto que nos ha reunido.

-¿Has traido lo que nos prometiste? -Pregunta incapaz de controlar las ansias que tiene de ser recompensado.

-Por supuesto pero no oigo ningún bebe llorar en tus brazos. -Le confirmo dejandole entrever el saco que llevo atado a la cintura retirandome un poco la larga capa roja que me cubre por completo. -Si le ha pasado algo malo al bebe el trato será anulado. -Le recuerdo sin perder los nervios. Calmado y firme, como ha de ser todo buen negociador. Él en cambio parece un matojo de nervios, traga saliva y exclama:

-¡Te juro por El Dragon Rojo Ceiphied que no ha sufrido percances! -

-Entonces, ¿por qué no está contigo? -Exijo saber arqueando una ceja.

-Pues... Pues porque al parecer un vecino sobrevivió al ataque y... -Trato de contarme, perdiendo por completo la entereza. Realmente debía de tenerme o un gran respeto o un miedo espantoso. Me vi obligado a interrumpir su historia. Ya había demostrado bastante paciencia:

-Basta. En cuanto sea conocedor del paradero del bebe, recibirás el pago acordado. -

Comence a caminar, a pesar de los continuos intentos de que no me fuese por parte de aquel bandido, bandido que ni siquiera era el lider del grupo al que le encargué a cambio de una gustosa cantidad de monedas de oro atacar la aldea en la que se habían escondido mi nieta y su esposo. Más tarde, trás haber tomado algo medianamente decente en una asequibre taberna, continuó con mi busqueda. Si mi intuición no me falla, me figuro que ese aldeano debió de ser llevado al hospicio más cercano posible donde sería atendido de inmediato.

-Disculpa al idiota de mi socio. Desde un principio no fue buena idea que se encargase del mocoso. -Me comenta una voz ronca, ruda y con tono levemente arrogante. -Yo sé a que hospicio fueron llevados el aldeano y el bebe. Dejame guiarte hasta ellos. -Añade suavizando su voz, como para que así sonase menos desagradable.

Cuando el bebe me es entregado, mi corazón se inflama de satisfacción. Acarició sus revoltosos cabellos y el recuerdo de su padre me viene a la mente. El pequeño se agita suavemente entre mis brazos. Los palabras que surgen de su boquita todavía meros sonidos apenas entendibles hacen que nazca una sincera sonrisa en mis labios.

-Me alegra tanto que este niño poseía un pariente. Habría sido tán triste tenerle aquí. -Me comenta la misma persona que me lo ha entregado acompañandome hasta la salida. Las habitaciones son grandes y en cada una de ellas se trata una necesidad distinta. Las personas sin hogar estan reunidas en una de las habitaciones más cercanas. Al contrario que las personas que padecen enfermedades infecciosas o contagiosas como la temida Lepra. A lo largo de los años todos me parecen tan iguales que ya no me pierdo. A la salida, probablemente cubierto por una larga capa con capucha el lider de los bandidos me espera.

-Aquí tienes lo prometido. -Le indico dejando caer el saco lleno de monedas de oro en sus manos.

-Ya sabe que si desea cualquier cosa, puede contar conmigo y mis muchachos. -Me recuerda con tono cordial.

-Contigo, Dilgear, puede pero con los demás, me temo que no. -Le rectifico. -Lo tendré en cuenta de todos modos. Qué Ceiphied te proteja. -

"Probablemente debería ofrecerle trabajar exclusivamente para mí. Me vendría bien que alguien se encargase de este tipo de cosa mientras yo continuo con mis investigaciones..."

Beso la frente de mi pequeño Zelgadiss antes de retomar mis investigaciones. El aún es tierno para comprender las decisiones que a veces ha de tomar un hombre para ver cumplidos sus deseos.

Regresar a la realidad suele resultar más pesado que sumergirse en un sueño. Mis ojos vuelven a la normalidad poco a poco pero las imagenes que llegan a mi cerebro aún se ven extrañas, irreales. Me quedo un rato más acomodado en el sofá hasta que recobre la estabilidad totalmente. De vuelta al hogar, a una habitación inundada de libros, busco una libreta y como no, una pluma con la que escribir en ella. El Hada verde es tán inspiradora, es comprensible que la mayoria de caballeros y damas que encuentres en ese local prohibido sean artistas o agobiados ricachones que buscan algo más que poseer un higado irritado. Recupero algunos fragmentos del sueño y retomo mis estudios.

miércoles, junio 08, 2011

WeLcOme To HeLL THE PUPPETEER



Este es Drocell ^^ Lo he dibujado todo lo mejor que he podido, espero que os guste ^^ Es un titiritero ^^ Me encantan los titiriteros y los titeres, yo una vez tuve uno y era precioso pero el pobre titere se rompió U_U


NOTA DEL AUTOR (O AUTORA XD):

Drocell es un personaje que aparece en el anime Kuroshitsuji, he puesto su dibujo aquí porque es titiritero pero él no tiene nada que ver con lo que voy a escribir, vamos, esta vez la historia no es un FanFic aún así espero que os guste mí titiritero ^^ También he de deciros que su historia y su modo de actuar es mucho más... Fuerte ^^' Avisados.


En las profundidades del Infierno habían dado comienzo una serie de desapariciones pero la policia local o no era lo suficiente valiente para ponerse a investigar esas calles o simplemente no les parecían de gran importancia ya que la mayoria de desaparecidos, sin bien, todos, era chiquillos de la zona, con familias muy pudientes, ladronzuelos o hijos de prostitutas. Gente prescindible. El culpable era un individuo astuto, sabía donde cazar aunque alguna vez se habría decantado por una presa de mejor calidad como las preciosas niñas y los encantadores niños que acabada la misa se dirigían fascinados hasta su humilde rincón para contemplar una breve escena planificada especialmente para ellos con ayuda de sus amiguitos. Gastaban sus pagas semanales con la ilusión de volver a contemplar a esos muñecos interactuar entre ellos pues eran más que muñecos, su piel no parecía de porcelana y sus cabellos tampoco parecían ser postizos.

-¿Son de verdad? ¿Cómo Pinocho, el titere niño? -Le preguntan algunos observando los titeres, tocandolos con expresión entre aterrada y curiosa. El titiritero se limitaba a sonreirles, jamás adivinarían la incomprensible verdad.

A la tenue luz de una lampara de aceite el titiritero cuidaba con sumo cuidado a sus amiguitos pues sus titeres, nada convencionales, siempre necesitan una entera dedicación. Al guardarlos o al ponerlos unos junto a otros en el gran baúl heredado, el titiritero les da un beso de buenas noches y sale en busca de más amiguitos. Aquella de ojos tristes, con bonito vestido rojo sangre y largos cabellos castaños claros, su más antiguo y querido titere, RoseLee, es la única que pudó presumir de haber vivido una corta pero apacible infancia, con su familia en una mansión donde todos la amaban y la educaban debidamente pero lo que decían algunos niños era cierto, se la veía tán apagada, tán triste. El titiritero no paraba de darle vueltas a la cabeza.

-Sé que aún estás disgustada conmigo pero quiero que sepas que si hago esto, es en parte para que nunca te sientas sola. -Le decía sentandola en sus rodillas, acariciando sus cabellos. Tratando de acallar de algún modo los sollozos de los que aún no lograba deshacerse en su cabeza. Ciertamente lo estaba pero lejos muy lejos de él, observando desde otro lugar los crimenes que su hermano cometía y sintiendose muy culpable al haber dado comienzo a ello involuntariamente. Su hermano nunca fue como los otros chicos, eso siempre fue evidente pero a pesar de ello ella le quería al igual que quería a su extraño padre y a su melancolica madre, personas que a pesar de mantener un buen negocio, no fueron del todo bien vistas por la sociedad. A ninguna sociedad civilizada le agrada ejercer la tarea de enterrar y preparar a sus difuntos, hecho que su padre manejaba con dotes tán artisticas como escalofriantes. Todo aquello le maravillaba, a veces incluso demasiado. Compartía sus metodos sin ningún escripulo con su hijo, apenas un hombrecito. Dado que tenía talento y practicaba a menudo ayudando a su padre con mascotas a las que disecar, cuando una agradable tarde de primavera, el joven intentaba mostrar el aprecio que sentía hacía ella, ella al negarse a ello repetidas veces pues no lo consideraba una muestra adecuada de afecto, acabase siendo empuja golpeandose la cabeza contra el suelo, no fue de extrañar que el joven asustado ante la eminente muerte de su hermana, buscase la forma de conservarla y la presentase de elegante forma a su madre.

-Madre, madre, RoseLee tuvo un pequeño accidente pero ahora está mejor. -Sería lo que le diría orgulloso de si mismo a una madre que al ver a su pequeña en semejante estado sería ingresada en un hospital debió al gravísimo shock que sufriría.

Justo lo que hacía con los niños o niñas que más le gustaban, valiendose de esa excusa. Encontrar amigos para que RoseLee no este triste. Amigos con los que jugar y a los que mostrar aprecio. Amigos a los que exihibir y a los que regalar cosas. Amigos que tán sólo estarían vivos en su mente pues ante los demás serían tán sólo muñecos. M y Piro lo percibieron y con gran inteligencia por su parte, jugaron a su juego hasta lograr la liberación.


PD Al final me ha salido suave ^^


sábado, junio 04, 2011

FanFic Slayers PRAYING FOR



Rezo con un Zelgadiss aún niño ^^ Espero que os guste, me he esforzado muchísimo, tanto en darles color como en dibujarlos ^^


Zelgadiss se sentó sobre el duro suelo que poseía la celda en la que se hallaba, para meditar una vez más en mitad de la oscuridad pues resultaba que aquella celda no poseía ninguna ventana. Era una de esas celdas ideadas para los criminales más violentos, llamadas, probablemente, de aislamiento. No quería regresar al pasado pero regresar a él era el único modo de encontrar pistas sin embargo, cosa jamás admitiría, en el fondo lo hacía porque era lo único que le hacía sentirse lleno, arropado, feliz como el niño que se aún se relame recordando el sabor del postre tomado horas despúes. Cerrando los ojos se alejaba del presente, de las gastadas rocas con que había sido construida la celda para aparecer en otro lugar, un lugar en apariencia agradable, todo rodeado de grandes y fuertes arboles todos recubiertos de verdes hojas al rededor de una edificación de piedra cuya forma solía recordarle la de un castillo pero nada tenía que ver con ellos. Las horas pasaban a otro ritmo y mantener una vida ordenada era el pan de cada día...

-¿Qué hace? -A menudo le preguntaba con una expresión entre traviesa y curiosa.

-Oro. -Le respondía con suma paciencia aquel que se hacía cargo de él sin inmutar mucho su expresión pues era un hombre que poseía extraordinaria capacidad de concentración.

-¿Podrías explicarme qué es eso? -Preguntaría sonrojandose al no conocer esa palabra.

-Estoy rezando. -Pronto le aclararía él con voz suave pero firme. -¿Te gustaría acompañarme? -

El joven Zelgadiss le miraría y tras pensarlo un largo rato mientras observaba, no sólo a su mentor, acabaría diciendo:

-Es que eso no parece propio de un caballero. -

Acto seguido, como si de un acto reflejo se tratase, agacharía la cabeza cerrando los ojos fuertemente como preparandose para escuchar un gran sermón a todo volumen, más el buen hombre simplemente emitió un leve suspiro.

-Será mejor que me marche, eso de rezar parece requerir mucho silencio... -Dijo el chico preparandose para salir de la gran sala pero la voz de su mentor le frenó:

-Por favor, quedate un ratito conmigo. No tardaré mucho en finalizar mis oraciones. -

Aquello siempre le ponía los pelos de punta. Siempre fue tán amable y tán generoso con él que más de una vez Zelgadiss se hizo una pregunta bastante significativa, ¿es así realmente como Mi señor Rezo es? No se enfurecía ni le golpeaba, sonreía y siempre andaba ayudando a todo aquel que necesitase ayuda, o consuelo. Lo cúal ya de bien pequeño le resultó extraño pero favorecedor al ir conviviendo con él...

Al oir la brusca voz de uno de los guardias que le habían capturado, Zelgadiss regresó a la realidad, al desesperado presente. Sólo pretendía hacerle saber que alguien de alto cargo acababa de liberarlo gracias a una cuantiosa suma de dinero. Aquello hizo sospechar a Zelgadiss pero hasta no salir del calabozo no se pondría a corroborar su mal presentimiento. En lo que iba a concentrarse era en seguir buscando una cura para recobrar su cuerpo humano y así recomenzar su vida, en otro lugar, con otras personas, a lo borrón y cuenta nueva. No iba a ceder en su empeño pues no sólo alcanzaría una nueva vida, sino que encontraría la prueba que necesitaba para reconciliar su pasado con su futuro.



PD Me gustó el titulo que le dió QP Diana a un doujinshi que hizo pero su historia y este pequeño FanFic no tienen nada que ver.