sábado, junio 05, 2010

El final (Pt.I)

Pero esto no me pasó a mí...

Lloré. Saqué hasta la última gota que mi ser pudo producir, creo que esa última lágrima, débil y fría, ya no era salada. Sentada allí, en nuestro lugar, todo me hacía recordar las circunstancias por lo que habíamos pasado; pero aun así, esa azotea era el único sitio privado que me quedaba; ni siquiera mi corazón, porque ya había dejado entrar a alguien que desafortunadamente lo había destrozado.

Yo te cuento esto, que no me pasó a mi.

Siempre me pregunté por qué una persona puede dejar que alguien llegue a un lugar tan sagrado, más limpio que cualquier templo en el mundo, si siempre existe el riesgo de que lo pisoteen como cualquier basura habitual. Si tuviéramos el corazón clausurado, perderíamos la oportunidad de tenerlo abierto cuando la persona indicada se presente, aunque estas conclusiones obvias rondan mi cabeza, no termino de entenderlo.

No comprendo el cuento que te cuento.

No sé si ya había llorado lo suficiente, pero pude notar el frío viento golpeándome la cara cuando me di cuenta de que ya mis ojos estaban secos. Mis recuerdos confundidos rodeaban tu rostro como una hermosa fotografía, en esos momentos los pensamientos razonables suelen esconderse en un lugar muy adentro, no se puede encontrar sino mucho tiempo después, cuando se mira atrás y uno mismo se pregunta ¿qué demonios estábamos pensando? De todas formas algo de mi razón todavía no había huido, y tuve las esperanzas de que lo olvidaría muy pronto, te olvidaría pronto... a ti y a todo esto.

No entiendo, no entiendo.

Me causaste mucho daño y me hiciste creer muchas cosas que por un largo tiempo no eran ciertas. No sé si llegaré a odiarte, porque parecía que no sentías lo mismo que yo. Ye veías tan soberbio y yo tan destrozada, parecía que no tenías sentimientos, cómo es posible que no te sintieras ni un poco como yo me sentía, cómo es posible que tiraras en dos minutos tantos años de entrega. Pero, no... todavía no sé si llegaré a odiarte, si debería hacerlo o si podré hacerlo; lo que sí sé es que no podré ignorarlo, seguiré pensando en ello hasta encontrar respuestas, aunque no existan.

No sé si puedo, no sé.

V

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