martes, mayo 15, 2012

Welcome To Hell CROSSOVER 1

NOTA DEL AUTOR (O AUTORA XD):
Los personajes de CLAMP son creación exclusiva de CLAMP
Los personajes de Slayers son creación exclusiva de Hajime Kanzaka
El resto es cosa mía LOL 
Inicio de una recopilación de historias cortas sobre mis tres hechiceros favoritos ^^
Narrado de diferentes maneras LOL 


Welcome To Hell  - CROSSOVER
Padres


El mago Clow


Mi padre era un hombre inusual, no sólo por su talento en la magia, sino también a la hora de desenvolverse entre la gente, ya fuesen amigos o enemigos. Observarlo y escucharlo desde mi rincón era una de mis aficiones favoritas de niño pues siempre demostraba gran cuidado a la hora de presentarme a esas personas. 


-Ven, Clow, deseo presentarte a una persona muy importante para mí. -Solía decir mi padre, guiñándome un ojo, cada vez que conocía a algún hechicero o ilustrado que le causaba agrado. 


Yo, acudía presto a su llamada, lo que solía arrancar una carcajada de la boca del importante individuo a conocer. A menudo llamaba mi atención el número de personas que conocían a mí padre y el pequeño porcentaje de ella que verdaderamente llegaban ha ser relevantes a ojos de mi padre. Él me enseñó a mostrarme respetuoso y aparentemente disponible para todo el mundo sin perder la objetividad por ello. A menudo, sus ojos brillaban como tratando de escudriñar mi alma, escépticos pero sus sonrisas se amplían mientras me ofrecían estrechar su mano con la mía. 


-Encantado de conocerle. -Le decía yo todo lo solemne que un chiquillo puede ponerse separando mi mano de la del importante conocido de mi padre. Según el nivel de interés hacía esa persona, mi padre insistiría en que me comportase con mayor o menor respeto.


-Igualmente, joven Reed. -Respondía asintiendo el individuo, que yo recuerde, más señores que damas.


Padre al instante me solicitaba regresar a mi apacible rincón alzando una ceja, astuto y plenamente consciente de que debido el interés que despertaba, sería atacado sin tregua por un montón de preguntas ciertamente peligrosas para un chiquillo, desconocedor de las indirectas y otras artimañas.


-Todo lo que guste de saber acerca de su extraordinario "don", pregúntemelo a mí. -Le indicaba con una encantadora sonrisa antes incluso de que la persona pudiese exponer en voz alta sus intenciones. 


Mi padre fue, en efecto, mi primer maestro y mi más valiosa guía. Una fuente inagotable de conocimientos y recursos. 


Rezo El monje rojo


Hablar de un hombre al que apenas conocí y cuya arrogancia causó tanto daño a todos aquellos que estuvimos a su lado no es tarea sencilla pero se trataba de mi padre, de aquel que contribuyó en mi engendramiento. Hombre férreo y de ideas claras que luchaba por aquello que consideraba justo y adecuado dentro de los principios impuestos desde bien joven. Hombre cuya voz podía ser la más agradable y segura de éste u otros mundos o la más fría y tajante.


-No llores. -Recuerdo oírle una vez decirme. Tendría, presumo, unos cinco años y al tropezar a causa de algún obstáculo imprevisto lloré reclamando la amorosa atención de mi señora madre. -Los hombres no lloran. -


De inmediato su autoritaria e insospechada voz me sobresaltó tanto que callé. Si alzaba mis pequeños brazos hacía él, hacía dónde creía que se hallaba mi padre en algún espacio de esa inmensa oscuridad fue porque aún sabiendo que cada vez le disgustaba más y más mi presencia, deseaba ser acogido entre sus fuertes y protectores brazos como todo hijo. Más todo lo que obtuve fue un exasperado suspiro y el escuche de sus pasos alejándose. Sin embargo, mantuve mis pequeños brazos en alto hasta que pude notar como unas manos me agarraban levantándose así mi cuerpo. Las callosas y silenciosas manos de algún benévolo criado. 


Viktor El ilusionista 


Ella fue lo más parecido a una madre y aquel que nos concediese el honor de residir en su comunidad como un padre para mí. En realidad, creo que él fue no sólo para mí como un padre, él fue para todos los residentes de esa comunidad como un padre. Claro que todos admitían, entre celosos y resignados, que yo recibía por su parte un trato más preferente. Tenía razón aunque nunca llegué a conocer el motivo con exactitud...










No hay comentarios.: