martes, enero 05, 2010

Ratas

..Te sentí lejos... como un capricho.
¿Es así que se siente...?
Viene el roedor salvaje
a corroer toda sensación de pasividad...
Y siento celos... lástima ajena y propia,
en el desasosiego mis ojos ganan Tiempo,
temiendo por la venida silenciosa y sin razón
de un principio, de una amenaza agonizante...

Llevo en mi espalda no tan pesada
la colección de cráneos diminutos...
Puedo contar los momentos de ansiedad
como cintas brillantes hechas recuerdos
de todo aquello que he deseado arrastrar,
encadenar, calcinar, y por todo el Oro, tan sólo gozar en el afán escurridizo... aquel liviano, molesto roedor que se va.

Y te siento lejos... obsesivo llamado.
Y el olor a muerte que arrastro
es el cebo de los demonios rastreros,
minúsculos roedores ávidos de mi sosiego...
¿Sientes el aroma de la locura?
Se siente como aquel de la soledad encerrada en el Pasado,
como aquel perfume de flores marchitas en la luz,
como aquel bálsamo que baña los pantanos del Verano,
como la esencia que arrastro con mi hueste de roedores....

Si llegases a percibir el rastro de las ratas
y no hay canto alguno de flauta, seductor...
Amor mío, sigue la senda
que allá voy desesperada a rastras con mi obsesión.

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