Cuando te encierras en tus entrañas…
¿qué esperas?
¿Ser rescatado o fundirte entre la oscuridad y la sangre negra?
Y esas veces en las que acaricias tu piel
con la frialdad inclemente del filo metálico…
¿Dónde quisieras estar?
¿En tu último catre de madera rodeado de fango
o entre brazos calurosos y compasión sonriente?
En las noches me pregunto
si sollozas de soledad
o por la cruel humanidad que te ha exiliado.
Cada vez que te matas de hambre
y ruegas al espejo que te arroje una señal de simpatía,
pienso que buscas una voz al otro lado del reflejo
que te impulse finalmente al abismo sin retorno.
¿Qué encuentras en las sombras de tu habitación?
¿Qué hay más allá de la cerradura que te afliges?
Quisiera comprende por qué duermes sin querer despertar,
desearía entender por qué tus lágrimas son tan frías.
¿Por qué sigues regresando a ese lugar oscuro,
si todo lo que encuentras son heridas espectrales?
Como me gustaría aprender a deshacer tus ataduras,
como me gustaría llenar ese hueco en tu corazón.
2 comentarios:
Me encanta como escribes.... q bueno haber cruzado mis ojos con tus palabras
Gracias, querido Anónimo, siempre eres bienvenido.
Me halagas.
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