lunes, febrero 02, 2009

Miro al espejo

Miro al espejo hoy
como todas las mañanas; pero...
No puedo verme como solía hacerlo.

Veo una sombra, una mancha negra que me persigue perenne
recordándome que he perdido parte de mi espíritu.
Una parte de mi perdida yace entre sábanas sucias,
olor a cigarrillo y luz contaminada.

Cada respiro me recuerdan los gemidos de la noche,
ahora cada caricia la siento como un latigazo en la carne.
En mi piel desnuda
los frágiles besos ahora son como mordidas
que me arrancan los recuerdos.

No me siento limpia, seré sucia por el resto de mi vida,
bastarda de la inocente infancia.
Un olor a culpa, característico de humedad y lujuria,
se ha convertido en un veneno que me intoxica lentamente.

Algo se fue esa noche, algo se escapó,
arranqué y mutilé ingenuamente,
prematuramente...

Miro ahora el infierno inaudito de tus labios,
el recuerdo de mi felicidad incompleta;
veo en tu cuerpo un deseo apagado que no volveré a ver jamás;
no quiero ni deseo verlo jamás.

Nunca besaré igual,
ni miraré con los mismo ojos,

he violado lo que realmente soy.
Una parte de mi cuerpo vive;
pero dentro de mi todo esta muerto...
imposible de recuperar.

Y con cada caricia lloraré,
con cada beso de melancolía
lamentaré haberme perdido crudamente.
Arrancar mi ser sin pensar...
tal vez no era mi tiempo...

Me siento perdida entre mis pensamientos.

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