Esta es mi versión arreglada de "Bitàcora", la cual entregué para una asignación para la universidad... no me fue nada mal: obtuve 19 Pts. de 20.
Bitácora del capitánDesde la lejanía de una galaxia, en un planeta con una atmósfera casi habitable, dos especimenes del tipo Ophistolé megalomorfe, practican un ritual de comunicación extrasensorial mientras consumen Ruidcud -brebaje de color pardo que disipa vapor.
La criatura de menor talla, designada como Extrick, estudia gotas de Grolucks -un curioso líquido transparente- adheridas a una superficie traslúcida y sólida que los cobija del incierto clima. Mientras tanto, Hirboreón, la segunda criatura más grande en contextura, parece vigilar el entorno.
La peculiaridad del ecosistema en el que habitan rompe con la armonía de la desolación del ambiente que los rodea. La extraña construcción que utilizan como hospedaje posee el destello de una advertencia en su planta superior que deletrea “Cafetería”.
Una traducción preliminar del extraño lenguaje ha concluido en la siguiente transcripción:
- ¿De dónde viene las estrellas, Mariano? –Modula Extrick.
- Las de Hollywood, de la cirugía plástica; y las del cielo, no sé… no me gusta especular hasta donde no llega mi imaginación. –Gruñe Hirboreón.
- ¿Por qué no? ¿Se te hace muy complicado?
- No, es muy lejos.
- ¿Y si se llegara a caer una? Estaría lo suficientemente cerca como para especular.
- Tómate el café que se te va a enfriar. Y no hay nada peor que un café helado.
- ¿Por qué?
- Porque son como las oportunidades que no aprovechaste. Te lo tienes que tomar caliente… recalentado, ya no es lo mismo.
- Mariano, yo soy una estrella caída. Como soy del espacio y no de esta tierra a mí me gusta el café frío. –Entona Extrick en diferente pronunciación.
- Está lloviendo a cántaros, “Estrellita”, tómatelo rápido o te puedes enfermar.
- Cómo me gusta cuando me cuidas. Te quiero.
- Cállate ya.-Susurra Hirboreón mientras hunde su mirada penosa en su regazo.
Mientras las partículas de Grolucks siguen arrojándose desde la bruma grisácea en la atmósfera, ambos especimenes parecen guardar silencio en cuanto practican un duelo de miradas. Aún no se ha descifrado el significado de este rito.
Sin aviso, Extrick estira horizontalmente los bordes de su cavidad para la alimentación dejando mostrar sus dientes al exterior, a la vez, Hirboreón consume un sorbo de Ruidcud como manera de esconder su rostro que se ha tornado algo rojizo.
Posteriormente Hirboreón hace enredar uno de sus apéndices superiores entre los Cansags -largas extensiones de células anímicas nacientes del cuero cabelludo- de Extrick; el cual, después de unos instantes, se aproxima a su par y lo rodea con ambas extremidades principales. Hirboreón responde apoyando su encéfalo sobre el cráneo de su compañero.
Extraño comportamiento.
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